Ciencia, estigma y neurodivergencia: Una mirada neuroinclusiva al informe MAHA
Cuando una comisión del gobierno publica un informe sobre una "crisis de enfermedades crónicas infantiles" y menciona el TDAH y el autismo docenas de veces, crea una ola de miedo y confusión. El informe MAHA (Make America Healthy Again) hace precisamente eso, tejiendo una narrativa que patologiza la neurodivergencia y alimenta el estigma. Como coach neuroinclusiva, veo el daño real que esto causa: hace que las personas duden de sus experiencias y cuestionen las mismas herramientas que les ayudan a prosperar. Así que, examinemos las afirmaciones del informe y deconstruyámoslas. Este análisis se basa en mi propia lectura del informe, así como en el excelente trabajo de verificación de datos realizado por el equipo de Understood.org, para ofrecer una perspectiva neuroafirmativa que a menudo falta en estas conversaciones.
El error fundamental: Presentar la neurodivergencia como una "enfermedad"
Antes de abordar afirmaciones individuales, tenemos que hablar del sesgo fundamental del informe. Coloca las diferencias del neurodesarrollo como el TDAH y el autismo bajo el mismo paraguas de "enfermedad crónica" de otras condiciones. El TDAH y el autismo no son enfermedades que deban curarse. Si bien pueden ser profundamente discapacitantes en un mundo no construido para nosotros, también son partes integrales de quiénes somos. Negar los desafíos sería invalidante; llamarlos una "crisis de enfermedad" es malinterpretarlos fundamentalmente. Este es el primer y más significativo mito que debemos derribar.
Mito #1: El aumento de diagnósticos neurodivergentes es una epidemia.
Lo que dice el informe: El informe presenta gráficos que muestran un fuerte aumento en las tasas de autismo y TDAH, afirmando que "El trastorno del espectro autista afecta a 1 de cada 31 niños a los 8 años... En 1960, el autismo ocurría en menos de 1 de cada 10,000 niños". La implicación clara es una crisis de creciente morbilidad pediátrica.
La perspectiva neuroinclusiva: Esto no es una crisis; es una corrección. Durante décadas, los modelos de diagnóstico para el TDAH y el autismo se basaron casi exclusivamente en las presentaciones externas de los niños blancos cisgénero, lo que invisibilizó diagnósticamente a generaciones de niñas, mujeres, personas trans y no binarias, y personas de color. El aumento de las tasas de prevalencia no es evidencia de una epidemia, sino de un progreso hacia la equidad diagnóstica. El sistema de salud, por fin, está comenzando a reconocer a una población que siempre ha existido.
Mito #2: El autismo y el TDAH son causados por factores de estilo de vida.
Lo que dice el informe: El informe vincula repetidamente la neurodivergencia a factores externos. Por ejemplo, sugiere una "posible asociación entre el consumo de colorantes alimentarios y el autismo", y vincula el TDAH con los hogares monoparentales.
La perspectiva neuroinclusiva: Esto representa un patrón de culpabilización de los padres basado en datos débiles o mal interpretados. Por ejemplo, el propio informe admite que la evidencia que vincula los colorantes alimentarios con el autismo es meramente "preliminar" y que "se necesita más investigación para establecer un vínculo definitivo". Sin embargo, incluye esta especulación de todos modos, creando una narrativa alarmante pero infundada. La neurodivergencia es neurológica. Si bien los factores ambientales pueden exacerbar los desafíos, no causan que una persona sea autista o tenga TDAH. Esta narrativa crea una culpa injustificada para los padres y distrae de la necesidad real de apoyo y adaptación.
Mito #3: Los estimulantes para el TDAH son ineficaces y dañinos.
Lo que dice el informe: El informe afirma que los medicamentos para el TDAH ofrecen "beneficios de comportamiento exclusivamente a corto plazo (14 meses), que no se encontraron a los 3 años".
La perspectiva neuroinclusiva: Esta afirmación presenta un análisis incompleto. El informe omite las complejidades éticas de los ensayos clínicos a largo plazo, como lo es el no negar un tratamiento eficaz a un grupo de control durante períodos prolongados. De hecho, el estudio MTA citado reveló que, cuando se les dio a elegir, una parte significativa de las familias en el grupo de "solo terapia" optó por iniciar la medicación después de que terminara el período inicial del experimento. La medicación es una elección de salud personal y una herramienta entre muchas; demonizarla basándose en una interpretación descontextualizada de la literatura científica es contraproducente.
Optemos por abogar en lugar del alarmar
La principal amenaza para la comunidad neurodivergente no es su neurología, sino el estigma perpetuado por informes sesgados de esta naturaleza. El neurotipo de un individuo no es una enfermedad que curar o una crisis que gestionar; es el sistema operativo a través del cual navegan por el mundo. Un diagnóstico, por lo tanto, funciona como una clave para la comprensión y para acceder a las herramientas y adaptaciones necesarias, no como una etiqueta restrictiva. Para aquellos que buscan construir una estrategia que honre su neurotipo, hay orientación profesional disponible. Ofrezco coaching neuroinclusivo 1:1 para individuos y coaching para sistemas de apoyo para padres y parejas.